Limonov. Emmanuel Carrère
Si juntas mi querencia por los personajes extremos, por el relato en primera persona, por la vida lumpen y por los escritores, es comprensible que Limónov haya entrado en mis altares personales de manera inmediata. Hacía tiempo que una lectura no me poseía tanto, hasta el punto de aprovechar cualquier minuto libre para avanzar un par de párrafos, hasta ir caminando por la calle con el libro abierto chocando con los peatones sin pedir disculpas.
Limónov es la biografía novelada de Limónov. ¿Hay otra forma de relatar algo que no sea novelada? Desgraciadamente sí, abundan textos históricos (y una biografía es, al menos, la historia de alguien) que inundan de datos objetivos, cantidad de hechos concatenados. Pero su estilo es tan aburrido que quedan sólo para estudiosos del tema en cuestión. La forma y el contenido han de caminar siempre de la mano, sea lo que sea lo que uno quiere transmitir.
Emmanuel Carrere se encarga de la tarea de contarnos la vida de este personaje y de paso retazos de la suya. Se juntan pues un escritor de madre con ascendencia rusa y especializada en las naciones minoritarias de la URSS, cuya vida ha tenido distintos vínculos con Rusia, con Eduard Limónov, un escritor con una personalidad de agárrate y no te menees. Limónov es un especialista en la primera persona y Carrere se sirve del recurso para contarnos no sólo la vida de Limónov, sino su relación directa con él y varias coincidencias puntuales. Esto es más que positivo, dado que parece que está uno en un bar del barrio tomando un par de vinos con un amigo que nos dice “te voy a contar la vida de un colega mío que es todo un personaje”.
Pero ¿quién demonios es Limónov y por qué merece nuestra atención? Limónov es un auténtico producto ruski. Hijo de un oficial de baja categoría, criado en barrios donde el lumpen es ley de vida, con un talento innato para la escritura. Se obsesiona con triunfar y tener una vida de éxitos, siempre quiere ser más que los demás, vive en una eterna comparativa y eso es el motor de la primera parte de su vida. De frecuentar los bajos fondos pasa a vivir en Nueva York, donde tiene experiencias al límite en todas las facetas de su vida (alcanzando su cúlmen el día que decide ser penetrado analmente por un negro vagabundo). Esta cantidad de experiencias las plasma, se especializa en escribir sobre sí mismo y comienza su éxito literario y su reconocimiento como escritor extremo.
No le vale el pequeño éxito conquistado, tiene obsesiones personales. Al tiempo que sale zumbando de la URSS oficial es un acérrimo defensor de la idea de la URSS, o de su idea particular, creando junto a Duguin (con el que luego acabará mal) el Partido Nacional Bolchevique. Pero además de eso decide participar en la guerra de los Balcanes del lado serbio con el célebre Arkan. Limónov, dandy, escritor, punk, tiene un código ético y político, opiniones fuertes y muchas veces desagradables, aspira a una suerte de gloria personal, a construir su propia Historia dentro de una conquista de la Historia rusa. Si en su primera juventud busca dinero, éxito y reconocimiento personal, en su madurez le mueven objetivos inmateriales. Y todo eso en medio de relaciones con mujeres locas, con tendencias suicidas, soltando barbaridades y frecuentando a personajes poco selectos.
Limónov es una suerte de fascista raro a la rusa, un producto que sólo puede surgir de la juventud criada en la URSS. El delirio que supuso la desviación de la URSS de cualquier objetivo lógico, la construcción de un sistema corrupto, la mezcla de conceptos tiene su reflejo en la realidad vital de sus habitantes así como en su ideología, entendida no como posicionamiento personal sino como forma de pensar. Limónov sería, pues, incomprensible sin su contexto de la URSS. Y siendo un personaje más despreciable que admirable, ¿es censurable esta obra? El propio Carrere manifiesta sus dudas en el libro, muchas veces no acaba de sentirse cómodo, su ética le va lanzando avisos y el sigue.
Este libro es un pepino, no porque narre las andanzas de un protagonista poco recomendable, sino porque a través del mismo narra las andanzas de una tipología social real, y lo narra bien. La vida del underground ruso en tiempos de la URSS, la vida lumpen, y luego lo mismo en Nueva York y Balcanes. No entra exhaustivamente en muchos aspectos (no procede) pero al terminar queda uno con la sensación de conocer más y mejor el contexto. Señores, ese es el papel de la literatura, no un realismo impostado trufado de detalles extremos que no entra en la complejidad de las cosas, tampoco el panfletismo moralista, el bien vs mal, no, simplemente ese, la descripción de tipos reales, de entornos reales, con sus claroscuros. Eso y un estilo atractivo, lo sumas y es lo que le pido a un libro. No me mareo más con esto entonces.
Limónov, las andanzas de un nacional bolchevique perturbado que se hace sus propios trajes, se lía con ninfómanas, se mueve en el entorno del punk, fornica con vagabundos en los parques, se hace mayordomo de un rico y se pira a pegar tiros a Serbia. Contado excepcionalmente por Carrere, autor al que no tenía el gusto de haber leído y que sin duda ahora tendré que seguir muy de cerca.
«GuindillasMutantes.wordpress.com», 2 julio 2015