»LIMONOW«


von
Emmanuel Carrère



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La novela «Limónov» de Emmanuel Carrère

Manuel A.

Creo que lo más cauto es comenzar esta crítica reconociendo que la escribo aún bajo los efectos más inmediatos de la lectura de la obra, «Limónov» de Emmanuel Carrère. El impacto ha sido violento y me tiene saltando de una novela a otra del autor como si no hubiera mañana. La experiencia me dice que no es el mejor momento para escribir sobre ello, pero es parte del entusiasmo: necesito compartirlo. Voy a evitar las hipérboles como medida de precaución.

«Limónov» es una novela basada en una persona real, Eduard Veniamínovich Savenko, un político y escritor ruso (incluso filósofo, a su manera) con cierta habilidad para lo extremo y la polémica. Limónov es el apodo de Savenko, un juego de palabras entre limón y granada (el explosivo) en ruso, que se le ajusta como un guante. Nació en 1943 en la periférica Dzerzhinsk de una familia más bien gris en el panorama soviético, lo que no ha evitado que tenga una biografía con todos los ingredientes para una novela densa, incluyendo viajes por todo el mundo, relaciones con las capas sociales más influyentes y con las más marginadas, la fundación del ahora ilegalizado por Putin Partido Nacional Bolchevique, cierto aire de estrella del rock en sus relaciones amorosas (véase la foto) y hasta una curiosa parte trascendental y religiosa.

Todo esto muy a su manera, que hace que lo más heroico roce peligrosamente lo esperpéntico. Aquí entra la genialidad (este adjetivo me lo voy a permitir, ya está avisado el lector de mi momento de entusiasmo) de Emmanuel Carrère, que conjuga las contradicciones de la persona para conseguir un personaje de una humanidad y una ambigüedad, valga la redundancia, sobrecogedoras. Así como Cervantes creó la novela moderna con unos personajes que evolucionaban psicológicamente, que no eran planos a pesar del devenir de la narración, Carrère nos enfrenta con personajes que no solo varían, sino que son difíciles de definir en cualquier momento. En el caso de Limónov, desagradable e interesante, generoso y bárbaro, acomplejado y arrollador, el efecto es brutal.

El planteamiento de Carrère me ha hecho describirlo cuando lo he recomendado como un «Truman Capote actualizado». Eso antes de leer la novela en la que estoy inmerso ahora, El adversario, que no solo me confirma la impresión, sino que tiene paralelismos con A sangre fría más que evidentes. Ya he visto que lógicamente no he sido el primero en ver el parecido. Como Capote en aquella novela, Carrère nos cuenta una historia real mezclando lo novelesco con lo periodístico. Al igual que él, no se conforma con recopilar documentación, sino que se acerca personalmente a los protagonistas e incluye su relación con ellos como parte de la historia. La diferencia que yo he notado más importante es que Carrère no se cohíbe a la hora de aportar su punto de vista. A sangre fría está escrita precisamente así, a sangre fría. Limónov no. Carrère no se corta a la hora de comparar a personajes de la novela con algunos de sus conocidos, a quienes nombra también hasta con sus apellidos, ni a la hora de juzgar, compadecer, apreciar… los actos de Savienko y de los demás (incluso los propios).

Hay un aspecto más que hace la lectura de Limónov recomendable. Además de estar muy bien escrita y de engancharte desde la primera línea, esta novela nos cuenta la historia de la Unión Soviética desde un punto de vista prácticamente opuesto al oficialista en la Unión Europea. Muchos personajes históricos tienen su pequeño protagonismo en estas páginas, desde Stalin hasta Putin pasando por Gorbachov, pero sus retratos y las acciones que se nos refieren no son precisamente a las que estamos acostumbrados por aquí. No hay duda de que ahí ha tenido su influencia la madre de Emmanuel, Hélene Carrère d’Encausse, secretaria permanente de la Academia Francesa y una de las académicas más reputadas sobre Rusia y la URSS. Como ocurre con todos los demás, el escritor la incluye también como parte del argumento.

Una última nota para agradecer el trabajo del traductor Jaime Zulaika para la edición en Editorial Anagrama. La novela se lee con un ritmo que no estorba nada a las ansias que provoca la narración. Ahí queda la recomendación. Yo voy a seguir leyendo…


«Artivismo.es», 06.04.2013

Eduard Limonow

Original:

Manuel A

La novela «Limónov» de Emmanuel Carrère

// «Artivismo» (es),
06.04.2013